viernes, 17 de junio de 2022

El Papa negro.

Las Congregaciones Generales son el órgano supremo de gobierno de la Compañía de Jesús. El popularmente llamado "Papa negro" es el Superior General de la Compañía de Jesús, también conocida como los jesuitas, no tiene que ver, como buena parte de la población cree erróneamente, con el tono de la piel.
Esta forma de llamar a un Papa se dice que puede ser por la creencia de que este nombre alternativo ha sido adoptado para referirse al cargo por el poder oculto que la historia le ha atribuido a la Orden de la Compañía de Jesús a sombras del pontífice dentro de la Iglesia católica, nunca te fíes de un jesuita, son expertos en engañar. El contraste entre las blancas vestimentas que usa comúnmente el Santo Padre del Vaticano y la sotana negra de los jesuitas hizo que se le diera esa referencia.
A la izquierda, el Papa negro jesuita de la Congregación de la Compañía de Jesús, a la izquierda, la Papa frita Bergoglio, jesuita infiltrado en la Iglesia católica.

Primero, antes de hablar de Bergoglio, es bueno saber más acerca de qué son los jesuitas. La Compañía de Jesús es la orden masculina de la Iglesia católica que tiene el mayor número de miembros, unos 19 mil, extendidos en 127 países. Fundada por Ignacio de Loyola en 1540 y aprobada por el Papa Paulo III. Su misión es el servicio de la fe y la promoción de la justicia que esa fe exige.
El fundador San Ignacio de Loyola.
El Papa Paulo III, Alessandro Farnese.

Además de los tres votos normales de cualquier religioso (pobreza, castidad y obediencia), los jesuitas tienen la función de emitir un cuarto voto de especial fidelidad y obediencia al Papa en lo que se refiere a las misiones específicas a las que éste les pueda destinar. El primero en estar obligado a cumplir ese voto es su Superior General.

Según la versión oficial está considerado que los jesuitas trabajan por la evangelización del mundo, en defensa de la fe y la promoción de la justicia, en permanente diálogo cultural e interreligioso. La finalidad de esta Compañía es "la perfección cristiana, propia y ajena, para gloria y servicio de Dios", aunque personalmente no me creo nada de eso, pienso que mienten más que hablan, son la mano negra que dirige el mundo en la sombra, desde hace varios siglos han parasitado todos los estamentos que existen.

El sistema de elección del Superior General es totalmente diferente a cualquier institución del mundo, se basa en un sistema democrático, porque cada elector vota libremente, pero no se acomoda a los usos de ninguna democracia, ni siquiera a la forma de elección del sumo pontífice, tampoco hay candidaturas, nadie puede proponer su propio nombre o el de otra persona. Las campañas en favor de un candidato están absolutamente prohibidas. Ni siquiera se pueden reunir más de dos electores para deliberar sobre un candidato.

Antes de la elección se dedican cuatro días a la oración y reflexión, días que llaman de "murmuración". Cada uno de los electores puede pedir información al resto de los congregados en entrevistas personales, para conocer las cualidades o limitaciones de un determinado individuo; pero no en grupos, para evitar todo lo que pueda parecer campaña o grupos de presión. El voto es secreto con papeletas. Para ser escogido se necesita el voto de la mitad más uno de los electores.
El mismo día de la elección, los electores celebran juntos la eucaristía en la Iglesia de Espíritu Santo, y abordan varios temas breves como la elección de los oficiales y de aquellos que harán de secretarios para la eficiencia del trabajo conjunto. Luego se confirma si los delegados están presentes y entonces se declara la sesión para escoger al Superior General.
Las reglas básicas de obligatorio cumplimiento para elegir al máximo representante son las siguientes:

- Ningún jesuita debe buscar el cargo para sí mismo ni para algún otro: todo lo que un delegado puede hacer es pedir información sobre este o aquel jesuita.

- Una vez en el aula de elección, los electores cortan toda conexión con el mundo exterior. No están permitidos dispositivos electrónicos ni computadoras. No hay Internet. Ni siquiera los micrófonos inalámbricos o los traductores están en la sala.

- La elección se hace a través de una papeleta manuscrita que cada elector deposita en una urna de madera. Se realizan las rondas necesarias hasta que la mayoría simple decida al nuevo líder de Congregación General de la Compañía de Jesús.

- Las Constituciones de la Compañía son utilizadas para entender cuál es el tipo de jesuita que están buscando los delegados. Ya San Ignacio señalaba algunas cualidades del General como “la generosidad de espíritu, la fortaleza de carácter, la altura intelectual, dirigencia, salud, equilibrio personal”. Con bases como ésas, buscan a un jesuita “de los más señalados en toda virtud y con más méritos en la Compañía”. Sin embargo, dentro de estas cualidades hay otras que son imprescindibles, desde los tiempos de San Ignacio de Loyola: tiene que ser una persona que “ame a la Compañía, que tenga buen juicio y que esté acompañado de buenas letras”.
El actual Papa negro es Arturo Sosa Abascal, tiene 67 años, y se convirtió en el número 31 de la compañía en sus 476 años de historia, el primero no europeo en toda la historia.
Sus antecesores fueron:

San Ignacio de Loyola (19 de Abril de 1541–31 de Julio de 1556).

Diego Laínez (2 de Julio de 1558–19 de Enero de 1565).

San Francisco de Borja (2 de Julio de 1565–1 de Octubre de 1572).

Everardo Mercuriano (23 de Abril de 1573–1 de Agosto de 1580).

Claudio Acquaviva (19 de Febrero de 1581–31 de Enero de 1615).

Mutio Vitelleschi (15 de Noviembre de 1615–9 de Febrero de 1645).

Vincenzo Carafa (7 de Enero de 1646–8 de Junio de 1649).

Francesco Piccolomini (21 de Diciembre de 1649–17 de Junio de 1651).

Alessandro Gottifredi (21 de Enero de 1652–12 de Marzo de 1652).

Goschwin Nickel (17 de Marzo de 1652–31 de Julio de 1664).

Giovanni Paolo Oliva (31 de Julio de 1664–26 de Noviembre de 1681).

Charles de Noyelle (5 de Julio de 1682–12 de Diciembre de 1686).

Tirso González de Santalla (6 de Julio de 1687–27 de Octubre de 1705).

Michelangelo Tamburini (31 de Enero de 1706–28 de Febrero de 1730).

Franz Retz (7 de Marzo de 1730–19 de Noviembre de 1750).

Ignatius Visconti (4 de Julio de 1751–4 de Mayo de 1755).

Aloysius Centurione (30 de Noviembre de 1755–2 de Octubre de 1757).

Lorenzo Ricci (21 de Mayo de 1758–16 de Agosto de 1773).

Tadeusz Brzozowski (7 de Agosto de 1814–5 de Febrero de 1820).

Luigi Fortis (18 de Octubre de 1820–27 de Enero de 1829).

Jan Roothaan (9 de Julio de 1829–8 de Mayo de 1853).

Pieter Beckx (2 de Agosto de 1853–4 de Marzo de 1887).

Anton Anderledy (4 de Marzo de 1887–18 de Enero de 1892).

Luis Martín García (2 de Octubre de 1892–18 de Abril de 1906).

Franz Xaver Wernz (8 de Septiembre de 1906–20 de Agosto de 1914).

Wlodimir Ledochowski (11 de Febrero de 1915–13 de Diciembre de 1942).

Jean-Baptiste Janssens (15 de Septiembre de 1946–5 de Octubre de 1964).

Pedro Arrupe (22 de Mayo de 1965–3 de Septiembre de 1983).

Peter Hans Kolvenbach (13 de Septiembre de 1983–19 de Enero de 2008).

Adolfo Nicolás Pachón (19 de Enero de 2008-3 de Octubre de 2016).

Eso es en cuanto a la Congregación de los jesuitas como tal, pero ahora, toca hablar de un tema que es muy llamativo, el actual máximo representante de Dios en el Vaticano, la Papa frita de Bergoglio, alguien que fue elegido tras quitarle el puesto al verdadero Papa actual, Ratzinger, que hasta el día que fallezca seguirá teniendo ese lugar, le tuvieron que quitar de en medio básicamente para poner en sustitución a un monigote que cumpliera con la Agenda 2030 globalista.
Este es el personaje que quiere acabar con la propiedad privada, según la doctrina globalista que profesa, no tendrás nada y serás feliz.

Bergoglio (todos deberíamos evitar llamarle Francisco porque está usurpando un cargo que no le corresponde) es como se sabe, argentino, y jesuita. Esta entrada la hago en buena parte porque recientemente en Twitter compartí una imagen donde se trataba precisamente este tema, y creo que es bueno conocer más en detalle los entresijos que conlleva.
Y es que de esto ya hablaba una de las profecías apocalípticas de Nostradamus, los discípulos del astrólogo francés (1503-1566) afirman que él habría advertido sobre la llegada de un Papa "negro" en el siglo XXI, lo que anunciaría el fin del mundo. "Clero Romano el año mil seiscientos y nueve, en la cumbre del año se hará elección: De un gris y negro de la Compañía salido, que nunca fue tan maligno". Hasta el momento se ha interpretado que un "rey negro" en el trono del Vaticano será el último antes de que el mundo sucumba frente al Apocalipsis: "Al principio habrá enfermedades mortales como advertencia (supongo que se referirá a las plandemias, como las del Covid-19 y la próxima en camino, la de la viruela del mono); luego habrá plagas, morirán muchos animales, habrá catástrofes, cambios climáticos y finalmente empezarán las guerras e invasiones del rey negro", esas fueron palabras suyas emitidas en el año 1568.


De hecho la congregación jesuita ha estado involucrada en fuertes polémicas con el papado además de ser muy austeros hasta en su forma de vestir, seguido de no aceptar cargos eclesiásticos. Según se dice Bergoglio deberá enfrentar pestes, hambruna y extinción de animales.
Es importante recalcar que Bergoglio no ha sido el sumo representante de los jesuitas nunca. Pero su nombramiento como Papa Francisco I supone un paso fundamental para la orden jesuita, ya que durante las últimas décadas ha perdido importancia dentro de la Iglesia.

También está la profecía de San Malaquías, un monje irlandés que dijo "que el último Papa antes del final de los tiempos, sería el Papa 112, y bajo su mandato la ciudad de las siete colinas será destruida. Según los manuscritos de Malaquías, la ciudad de las siete colinas es Roma", así lo atestiguan las cuentas de los interesados en el tema, Bergoglio es el Papa 112 desde la época de Malaquías.


En el campo de la numerología también fijan su atención en este hecho ya que la fecha de la elección es "muy simbólica", se escogió al cerdo de Bergoglio el 13 del mes 3 del año 2013 en la tercera votación de este cónclave.

Eso y el "profético" rayo que cayó en el Vaticano tras la renuncia de Benedicto XVI. Tras una mañana algo nublada y con lluvias intermitentes sobre Roma, el cielo terminó de cerrarse por la tarde, para dar paso a una tormenta (de dimensiones que algunos calificaron como "casi bíblicas") que, con fuerte aparato eléctrico y truenos, arreció sobre la capital italiana y el vecino Estado del Vaticano durante unas horas.
Sin olvidar otra profecía al respecto, la de Pio XI, quien dijo que tras el bombardeo del Vaticano, el Papa huirá en medio de los escombros a un país latinoamericano (o sudamericano). Y justamente esto sólo se cumple con Marc Ouellet, quien estuvo 11 años en Colombia y quien, en efecto, podría unir a los latinos. Se le llamaría "el Papa gordo", que eventualmente habrá de huir, en medio de los escombros cuando el Vaticano sea bombardeado, a refugiarse, a esconderse en una nación sudamericana, muy posiblemente Colombia, donde después, luego de algún tiempo de tortura y si nos atenemos a la profecía, morirá de muerte cruel, a día de hoy sigue en pie, sólo que no parecería cumplirse en Bergoglio, en el caso que se cumpliera en él, entonces lo más probable es que no huya a Colombia, sino a Argentina", su país natal.

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