viernes, 1 de julio de 2022

Soylent Green: Cuando el destino nos alcance.

Esta película contiene un argumento por parte de Richard Fleischer que está a la orden del día, reflexiona sobre los peligros derivados de la evolución científico-tecnológica de la raza humana.
Basada en la novela de Harry Harrison del año 1966, “¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!” muestra un futuro distópico. El año de la grabación del film fue 1973, y la historia está basada en el presente año, 2022, en una ciudad de Nueva York, totalmente arrasada y en la cual la inmensa mayoría es muy pobre y vive hacinada (apenas tienen luz ni agua corriente), por las calles, las grandes masas de población se ven abocadas a estar aglomeradas, y una pequeña minoría disfruta de todo tipo de lujos y privilegios, manteniendo el control político y económico.
Los dos mundos viven separados, sin mantener contacto (en total son unos 40 millones de neoyorkinos). La mujer es casi un objeto decorativo o un lujo para pudientes. La flora y la fauna del planeta están extinguidas casi en su totalidad.
Robert Thorn es un duro policía al que encargan la investigación del asesinato de William Simonson, uno de esos ciudadanos privilegiados. La víctima es un importante hombre de negocios, exdirectivo de la Soylent Corporation, la industria que monopoliza la fabricación de los alimentos sintéticos que consume el grueso de la población.
Saco a relucir esta película porque recientemente se han mostrado unas imágenes de unas máquinas que se han creado en China, para literalmente, recoger cadáveres humanos, algo que quien haya visto la filmación entenderá por qué lo digo. Y yo me pregunto, ¿por qué será que han mostrado eso ahora, es que acaso saben que se producirá un exceso de muertes en el país? Muy extraño, sin duda, a mí me da que tiene que ver con la futura plandemia de la viruela del mono, el tiempo lo dirá.
En fin, siguiendo con lo que nos amerita, hay que decir que en la peli los pobres tienen dos variedades de producto comestible, el soylent rojo y el amarillo. Son la única fuente de alimentación porque la producción de alimentos naturales se ha extinguido como consecuencia del efecto invernadero (haciendo un paralelismo con la vida real, recordad que los cerdos que nos gobieran quieren que para 2030 no tengamos nada y seamos felices, comiendo gusanos y privándonos de alimentos como la carne, algo que solamente ellos tendrán el lujo de poder consumir, lo ancho para ellos, y lo estrecho para nosotros). El soylent verde, un producto novedoso, es el que arrasa en el mercado, la empresa asegura que se elabora con plancton (¿tendrá alguna relación esto con la carne sintética que se nos quiere imponer?).
La intriga que Thorn debe descubrir es cuál es el misterio de Soylent Green, una intriga que no se resuelve hasta las secuencias finales.
El protagonista Robert Thorn está encarnado por Charlton Heston. Su ayudante es Sol Roth, un viejo sabio, antiguo profesor e investigador de archivos, que interpreta Edward G. Robinson (fue la última vez que interpretó un papel en la industria cinematográfica).
Se explica las causas del desastre ecológico a la vez que se muestra la exposición de sus consecuencias fatales. La sociedad es asimétrica y deshumanizada. Regida por la inmoralidad de la clase acomodada y la desesperación de la masa, donde la dignidad del individuo, los derechos humanos y las estructuras sociales básicas, como la familia (recordemos que el globalismo lo que busca es precisamente eso, destruir los valores tradicionales), se han ido sustituyendo de forma progresiva por la alienación, la depredación y el instinto de supervivencia.
Un diálogo entre Thorn y Roth:

- Y ahora me dirás que en el mundo de antes todo era mejor. - Ah, no creas, la gente era igual de mala. Pero el mundo era más hermoso.
Existe una metáfora claramente visible de los abusos del poder y del sistema, sobre todo una vez nos vamos acercando al final de la película, se puede decir que es una fábula futurista de cine negro-policíaco que nos muestra la lucha por la supervivencia, hay drama, acción, intriga, suspense... con un ritmo que no cansa al espectador en los 90 minutos de duración de este thriller, pero tiene escasos efectos especiales, porque se nos quiere hacer ver a una sociedad poco evolucionada tecnológicamente.
La reflexión pesimista de social y medioambiental es más que clara.
La contaminación del medio ambiente es el tema central de la película, donde se trata de concienciar a la sociedad y las instituciones en cuestiones de protección ambiental. Richard Fleischer estuvo asesorado por Frank R. Bowerman, presidente de la American Academy for Environmental Protection, para conseguir de nuevo una visión realista en ese aspecto. Otros temas claves son el calentón hueval, la inmoralidad de las multinacionales, la corrupción institucional y la precarización social, que son de rigurosa actualidad.
Aquí tenéis la película al completo:

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