miércoles, 3 de noviembre de 2021

Los ojos de la oscuridad.

1981, el año de publicación de este libro de terror. Su autor es uno de de los más reconocidos del género que existen, Dean R. Zoontz. En 2020 se hizo viral esta novela policiaca debido al alto parecido que existe con la situación que nos ha tocado vivir debido a la plandemia.
La trama es bastante interesante, un best seller en toda regla, pero lo que nos amerita en esta ocasión es concretamente la fama que ha obtenido por las similitudes con el fake Covid-19, lo explicaré detalladamente a continuación, aunque imagino que más de uno que lea esta entrada ya sabrá a qué me refiero exactamente.

Primero empecemos conociendo un poco al autor, ¿quién es Koontz? Un célebre escritor de Estados Unidos, nacido concretamente en Pensilvania, 1945. Está especializado en los géneros de terror y suspense, el cual en esta novela fue capaz de describir un virus que era letal, de origen chino, creado en laboratorio y que solo afectaba a los humanos. Estas similitudes con el discurso oficial acerca del Coronavirus de Wuhan hicieron que muchos curiosos se hicieran con un ejemplar de este libro, no es para menos, de esta manera se hizo un super ventas muy cotizado 4 décadas después de su lanzamiento. The eyes of darkness rompió por completo el mercado, llegando a ser adquirido por hasta 1500$ una versión firmada.
El autor, Dean R. Zoontz.

¿Por qué exactamente ocurrió este furor? Porque se anticipaba (primado negativo, programación predictiva, disonancia cognitiva on) a la plandemia que azotó el mundo en 2019, se hicieron muy virales publicaciones que hablaban de esto sobre todo en las redes sociales, los internautas no daban crédito con lo que veían.

Los seguidores del escritor decían que él describía allí "el arma biológica más importante y peligrosa de China en una década". El fragmento prosigue de la siguiente manera: "La llaman 'Wuhan-400' porque fue desarrollada en unos laboratorios de manipulación genética en las afueras de la ciudad de Wuhan y resultó la cepa viable número 400 de los microorganismos de factura humana que se crean en ese centro de investigación".

La primera persona que se pispó de la similitud fue un hombre de California que lleva una serie de podcasts, Nick Hinton se llama, en su cuenta twitteó a mediados de Febrero de 2020: "¡Una novela de Dean Koontz escrita en 1981 predijo el brote de coronavirus!", flipaba en colores.
Más twitteros y otros usuarios de diversas plataformas como el Caralibro empezaron a hacerse eco de ello y a propagarlo lo máximo posible, remarcando los datos más relevantes con resaltador de color naranja. También, poco después hubieron usuarios que añadieron una página adicional mencionando el 2020 y el brote de una enfermedad grave parecida a la neumonía.
El texto en cuestión argumentaba lo siguiente:

"Alrededor de 2020 una enfermedad grave similar a la neumonía se esparcirá por el planeta, atacará los pulmones y los bronquios y será resistente todos los tratamientos conocidos. Casi más desconcertante que la enfermedad en sí será el hecho de que se desvanecerá de pronto, tan velozmente como llegó, para atacar una vez más diez años más tarde, y entonces desaparecer completamente."
Realmente esa página no es de esta novela, sino de End Of Days: Predictions and prophecies about the end of the world (Fin de los días: predicciones y profecías sobre el fin del mundo), libro que en 2008 lanzó la escritora de Estados Unidos llamada Sylvia Browne, ella asegura que tiene poderes de adivinación. Se asemeja bastante al menos a lo que viene a ser el discurso oficial. Y si os fijáis, dice que 10 años más tarde volverá a la carga el supuesto virus, justo en el año 2030, que coinicide con los planes de la Agenda globalista, y estratégicamente siempre al inicio de una nueva década, no es casualidad, está todo bien estudiado, milimétricamente la élite sabe cómo mover ficha.
De todas maneras, lo que sí es cierto es que Koontz acertó de pleno al elegir la ciudad de Wuhan como el foco principal en su libro, aunque el Covid-19 y el Wuhan-400 tengan diferencias.

Características principales del Wuhan-400:
- Un científico chino de nombre Li Chen lleva a los Estados Unidos una cepa del virus, desarrollado en los 'laboratorios RDNA' a partir de una cepa de más de 400 microorganismos artificiales.

- Es descrito como un "arma perfecta" que afecta solo a seres humanos y que ninguna otra criatura viviente puede portar. "Al igual que la sífilis, Wuhan-400 no puede sobrevivir fuera de un cuerpo humano vivo por más de un minuto, lo que significa que no puede contaminar permanentemente objetos o lugares enteros como el ántrax y otros virulentos microorganismos".

Además, cuando el portador del virus muere, el virus que se describe en este libro "perece poco tiempo después, tan pronto como la temperatura del cadáver descienda por debajo de 86 °F (el equivalente a 30º C)", añaden.

- Su "tasa de aniquilación" está ubicada en 100%, y "se supone que nadie debe sobrevivir al virus", dice uno de los personajes. El microorganismo de diseño causa la secreción de "una toxina que literalmente se come el tejido del cerebro", lo cual destruye todas las funciones del cuerpo. "La víctima simplemente de tener pulso, órganos que funcionen o la urgencia de respirar", imaginó Koontz. "Una vez infectadas, las personas no viven más de 24 horas. La mayoría muere en 12".

"Si te estoy entendiendo bien -responde un científico de la novela- los chinos podrían usar el Wuhan-400 para borrar una ciudad o un país (...). Lo probaron en Dios sabe cuántos presos políticos. Nunca pudieron encontrar a un anticuerpo o un antibiótico que fuera efectivo contra eso. El virus migra al tejido cerebral y allí comienza a segregar una toxina que destruye la parte del cerebro que controla todas las funciones automáticas del cuerpo hasta que la víctima deja de tener pulso o cualquier necesidad de respirar", dice otro personaje. En la novela, solo sobrevive a la letal epidemia Danny (un paciente que pasó la enfermedad y que es considerado "el único superviviente habido hasta la fecha").

- Este virus, subraya uno de los personajes, es 'infinitamente peor' que el ébola en África. La tasa de mortalidad promedio del supuesto ébola (que al parecer es otra paja mental en realidad, igual que el resto de virus patógenos) ronda el 50%, mientras que en casos de brotes específicos ha variado entre 25% y 90%.

Al afirmar que el virus ofrece "ventajas importantes" en comparación con la mayoría de agentes biológicos. "Por un lado, una persona puede convertirse en portador infeccioso solo cuatro horas después de entrar en contacto con el virus -un periodo relativamente corto-; y una vez infectado, nadie vive más de 24 horas. La mayoría muere en doce", advierte este personaje, que es capaz de elucubrar una poderosa teoría de la conspiración.

- El periodo de incubación es brevísimo: "Sólo cuatro horas".

Evidentemente esos datos son muchísimo más exagerados con los que se han visto en la vida real (incluso habiendo sido inflados de mil maneras absurdas para abultar los números, desde Marzo de 2020 parece que ahora toda muerte fuese por Covid... hay un negocio tremendo detrás, es la gallina de los huevos de oro para esos médicos cobardes que aún sabiendo la verdad no se atreven a rebelarse por comodidad ya que ganan un pastón gracias a ello, o tienen miedo a represalias de ser mal vistos por sus compañeros e incluso ser despedidos, así de triste es el panorama, aunque hay excepeciones, personas que de verdad quieren ayudar a los demás y denuncian todo esto, llega un momento que ya clama al cielo y se vuelve insoportable), pero hay que recalcar que clavó el epicentro de donde saldría el supuesto virus, Wuhan.

Hay que tener en cuenta que cuando Koontz escribió Los ojos de la oscuridad la Guerra Fría estaba activa, con Ronald Reagan en la presidencia de los Estados Unidos, debido a ello no ubicó en China la ciudad donde se había creado el virus letal, sino en la Unión Soviética. El virus se llamaba Gorki-400 y era "el arma biológica más importante y peligrosa de la URSS en una década". 8 años más tarde, en 1989, ante la caída del muro de Berlín, la edición definitiva salió con Wuhan-400. Y también con el nombre de Koontz como autor, ya que la anterior había sido firmada con su seudónimo Leigh Nichols.
Los personajes del libro cuentan que el fin del Wuhan-400 era "borrar del mapa una ciudad o un país" sin necesidad de "des-contaminación costosa" posterior, esto coincide con la alarma social que se está generando por la falsa crisis climática y la estafa del calentamiento global, que es el siguiente paso a seguir por la élite. "Wuhan-400 es un arma perfecta. Sólo afecta a los seres humanos. Ninguna otra criatura viviente puede tenerla. Y como la sífilis, no puede sobrevivir fuera del cuerpo humano por más de un minuto, lo cual significa que no puede contaminar permanentemente objetos o lugares enteros como el ántrax y otros microorganismos virulentos".

Su mecanismo de acción es tal que así: "El virus migra al tallo encefálico, y allí comienza a secretar una toxina que literalmente se come el tejido cerebral como el ácido de la batería disuelve la estopa. Destruye la parte del cerebro que controla todas las funciones automáticas del cuerpo".

Ante tales pruebas creo que no se puede negar que Koontz desde luego que sabía información especial sobre lo que depararía el futuro desde hace muchos años, me recuerda mucho a Steve Jackson y sus cartas Illuminati, o a otros escritores de terror, como por ejemplo Stephen King, que tiene bastantes obras brillantes de terror aunque también es cierto que hay fotos de él sospechosas haciendo el triángulo o el 666, en una de sus obras más ilustres habló sobre el tema de un domo que cubre la Tierra, La cúpula se llama por si a alguien le interesa leerlo.
El juego de cartas de Steve Jackson.
Stephen King haciendo un tipo de simobología sospechosa.
Uno de sus libros más reconocibles, habla sobre un domo que cubre la Tierra.

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